Bienvenidos al club del descontento. Aquí se revelan inquietudes, de toda disciplina y condición. Ya sean divinas o humanas, para regodeo de todo espectador que desee sumergirse en tan tupidas letras, bien del rebaño o egregio cual maverick.






11 de marzo de 2010

Aburre tanto aburrimiento

Es interesante reflexionar sobre los que se aburren. Cada vez oigo decir a más gente y con mayor frecuencia eso de "me aburro". Si el cogito ergo sum* se manifestara, muchos aburridos desaparecerían espontáneamente. Menuda falta de creatividad, de imaginación, de análisis, de disfrute de las cosas. Antes, los niños se divertían jugando con barro, palos, muñecos; se imaginaban batallones de piedras en su jardín y veían las balas, saliendo entre humo de la pólvora de los fusiles de avancarga, desgarrando la piel de un canto que acabaría hecho añicos, por poner un ejemplo. Luego, esos niños -con esa imaginación-, si no tenían cargas familiares y se lo podían permitir, iban a la Universidad. Allí analizaban la Sociedad, desde la política hasta los gestos y la constitución de las personas. Charlaban, tomaban té, observaban, escuchaban. Y para discutir, había calidad en el mensaje, con un juicio crítico conociendo bien lo existente y armados del poder de la palabra, cultivando la oralidad. Con este modus vivendi no había tiempo para aburrirse. Hoy, si uno encuentra con quién discutir, que se dé con un canto en los dientes. Y por pedir, que se discuta de las cosas que importan -no es por despreciar lo mundano, que tiene su encanto-, pero eso por pedir, que estamos en España. Asín que, el que sea como los de antes, que no se deje contagiar por el aburrimiento de los aburridos. Y los aburridos, que se aburran.

¿Hay un delito mayor que perder el tiempo?. Thomas Tusser

*de Renè Descartes: pienso, luego existo.

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