Bienvenidos al club del descontento. Aquí se revelan inquietudes, de toda disciplina y condición. Ya sean divinas o humanas, para regodeo de todo espectador que desee sumergirse en tan tupidas letras, bien del rebaño o egregio cual maverick.






11 de enero de 2011

A fuerza de flaqueza

Estamos perdiendo la fe en nosotros mismos. No debemos de olvidar que detrás de la nómina de un trabajador, de los números que marcan el compás de las economías, de los artículos periodísticos, de los gobiernos, hay personas. Personas vulnerables. Cada vez veo en el cine películas que reflejan más la fragilidad de las personas. Las últimas que he visto, Everybody´s fine* o The king´s speech** muestran temores irresolutos, recuerdos atacantes, traumas. Las circunstancias en las que nos vimos envueltos al nacer y su trascendencia marcaron los miedos, las ansias, los traumas que hoy nos atormentan. El capitalismo necesita de otra gente, otra especie, menos humana, más maquinal. No arropa cuando hace frío ni seca las lágrimas. Fomenta nuestros comportamientos más viles y acaba con la creatividad en pos de la productividad. La uniformización de los oficios, la desaparición paulatina de la vocación son consecuencias capitalistas aparentemente indoloras para la sociedad. Nada más lejos de la realidad, pues las enfermedades del primer mundo están diezmando la salud y lo que es peor, la felicidad y la calidad de las personas. Nunca es tarde, elegir un nuevo oficio en virtud de una vocación no es un fracaso, independientemente de la edad que se tenga. Se nos está olvidando que podemos elegir y aceptamos la imposición de lo cotidiano, de una infelicidad sembrada por el sistema y regada por nuestra -tan afanosamente fomentada- indiferencia. Recuperemos la fe en nosotros y no ocultemos nuestros miedos y traumas, pues es lo que nos hace especiales, a todos. Y su resolución está más pronta si no los guardamos con celo en lo profundo del decoro mal entendido.
Feliz año nuevo.

*"Todos están bien", Kirk Jones, 2009 (original de G. Tornatore).
**"El Discurso del Rey", Tom Hooper, 2010.